Por los derechos humanos de ayer y de hoy
No a la ley antiterrorista y el Proyecto X
Seguimos luchando por la felicidad del pueblo
Se cumple un nuevo aniversario del inicio de la última dictadura militar, uno de los momentos más oscuros, tristes y dolientes de nuestra historia. Una dictadura que para poder implementar un plan económico de carácter neoliberal, instrumentó un genocidio sangriento y cruel que dejó como saldo a 30.000 compañeras y compañeros desaparecidos. Donde se utilizaron todos los recursos del Estado para aterrorizar al pueblo, para censurar cualquier expresión disidente y para perseguir a aquellos que se oponían a ese modelo de exclusión.
Pasaron 36 años, que nos encuentran siguiendo los sueños e ideales de justicia y dignidad.
No bajamos los brazos, nos seguimos organizando para pelar contra los poderos porque nuestro pueblo latinoamericano nos ha enseñado que se puede.
Por eso luchamos para defender los recursos naturales que son saqueados por la Barrick y amigos mediante la megamineria contaminante. Damos la pelea para terminar con los abortos clandestinos que matan. Enfrentamos los negociados y la corrupción de estructuras que se mantienen intactas como las privatizadas del transporte.
Y mientras tanto, a 36 años del golpe, aparecen nuevamente políticas de ajuste que afectan a los sectores más humildes. En los topes salariales, como el de los docentes; en las tarifas, en la inflación, en el negado 82% móvil; en el transporte. A pesar de su discurso progresista, el modelo k está bien decidido a continuar sin distribuir la riqueza y a garantizar las ganancias de los que más tienen.
Para esto, y como sabe que nuestro pueblo no se calla y se mueve, deslegitima y criminaliza la protesta y la organización social. Como si no alcanzara, el oficialismo entero vota y aplica la Ley Antiterrorista o lleva adelante el “Proyecto X”, utilizando a la gendarmería para infiltrarse en las movilizaciones populares para hacer tareas de inteligencia ilegal, reprime las movilizaciones contra la mega minería contaminante, y denomina como “extorsivos, salvajes y desestabilizantes” (dixit Ministra de Seguridad Nilda Garré) a las movilizaciones de las organizaciones sociales que buscan terminar con el clientelismo y pelean por un sueldo digno.
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