La Presidente de la Nación tuvo hoy una expresión de lamentable memoria en este país. Dijo Cristina "esa izquierda terrible que quiere hacer revoluciones y nos llama burgueses", refiriéndose así peyorativamente a quienes criticamos el pago de la deuda externa. Y en un nuevo rapto de modestia de su parte agregó "hay que ser inteligentes en serio y ejercitar las neuronas".
No hace falta remontarse demasiado en el tiempo, apenas una década, para encontrar quienes, al igual que hoy la Presidente, descalificaban a los que denunciábamos que el endeudamiento externo constituía -desde la dictadura militar para acá- la estrategia principal de destrucción del país, de su Estado, de concentración y extranjerización de la economía, de empobrecimiento de la mayoría de nuestra sociedad en favor de una minoría de ricos y especuladores. Se cansaban Menem y Domingo Cavallo de acusarnos de ultraizquierdistas, de no entender el mundo actual, y tantas otras cosas mas. No es necesario extenderse demasiado para demostrar quienes finalmente tuvimos razón, y quienes con su verborragia pseudo razonable y madura, defendían intereses antinacionales. Un durísimo precio pagó nuestra Argentina por la imposición de ese modelo de endeudamiento externo fraudulento.
Sin embargo hoy, quién dice llevar adelante un modelo distinto, utiliza frente a las justas críticas que les hacemos, las mismas palabras que los que en su momento destruyeron el país. Ahora resulta que para Cristina Kirchner ser "inteligente" es pagar la deuda para "volver a los mercados"; y "usar las neuronas" es recurrir a Hillary Clinton -cuyo esposo gobernaba en los años noventa, paralelo a Menem- para explicarnos a los argentinos lo importante que es honrar nuestros compromisos externos. Triste destino han tenido en nuestro país los gobernantes que, mas allá de su discurso, usan el "pragmatismo" para girar a la derecha. No será distinto ahora seguramente.
Humberto Tumini
Movimiento Libres del Sur
La Presidente de la Nación tuvo hoy una expresión de lamentable memoria en este país. Dijo Cristina "esa izquierda terrible que quiere hacer revoluciones y nos llama burgueses", refiriéndose así peyorativamente a quienes criticamos el pago de la deuda externa. Y en un nuevo rapto de modestia de su parte agregó "hay que ser inteligentes en serio y ejercitar las neuronas".
No hace falta remontarse demasiado en el tiempo, apenas una década, para encontrar quienes, al igual que hoy la Presidente, descalificaban a los que denunciábamos que el endeudamiento externo constituía -desde la dictadura militar para acá- la estrategia principal de destrucción del país, de su Estado, de concentración y extranjerización de la economía, de empobrecimiento de la mayoría de nuestra sociedad en favor de una minoría de ricos y especuladores. Se cansaban Menem y Domingo Cavallo de acusarnos de ultraizquierdistas, de no entender el mundo actual, y tantas otras cosas mas. No es necesario extenderse demasiado para demostrar quienes finalmente tuvimos razón, y quienes con su verborragia pseudo razonable y madura, defendían intereses antinacionales. Un durísimo precio pagó nuestra Argentina por la imposición de ese modelo de endeudamiento externo fraudulento.
Sin embargo hoy, quién dice llevar adelante un modelo distinto, utiliza frente a las justas críticas que les hacemos, las mismas palabras que los que en su momento destruyeron el país. Ahora resulta que para Cristina Kirchner ser "inteligente" es pagar la deuda para "volver a los mercados"; y "usar las neuronas" es recurrir a Hillary Clinton -cuyo esposo gobernaba en los años noventa, paralelo a Menem- para explicarnos a los argentinos lo importante que es honrar nuestros compromisos externos. Triste destino han tenido en nuestro país los gobernantes que, mas allá de su discurso, usan el "pragmatismo" para girar a la derecha. No será distinto ahora seguramente.
Humberto Tumini
Movimiento Libres del Sur
No hace falta remontarse demasiado en el tiempo, apenas una década, para encontrar quienes, al igual que hoy la Presidente, descalificaban a los que denunciábamos que el endeudamiento externo constituía -desde la dictadura militar para acá- la estrategia principal de destrucción del país, de su Estado, de concentración y extranjerización de la economía, de empobrecimiento de la mayoría de nuestra sociedad en favor de una minoría de ricos y especuladores. Se cansaban Menem y Domingo Cavallo de acusarnos de ultraizquierdistas, de no entender el mundo actual, y tantas otras cosas mas. No es necesario extenderse demasiado para demostrar quienes finalmente tuvimos razón, y quienes con su verborragia pseudo razonable y madura, defendían intereses antinacionales. Un durísimo precio pagó nuestra Argentina por la imposición de ese modelo de endeudamiento externo fraudulento.
Sin embargo hoy, quién dice llevar adelante un modelo distinto, utiliza frente a las justas críticas que les hacemos, las mismas palabras que los que en su momento destruyeron el país. Ahora resulta que para Cristina Kirchner ser "inteligente" es pagar la deuda para "volver a los mercados"; y "usar las neuronas" es recurrir a Hillary Clinton -cuyo esposo gobernaba en los años noventa, paralelo a Menem- para explicarnos a los argentinos lo importante que es honrar nuestros compromisos externos. Triste destino han tenido en nuestro país los gobernantes que, mas allá de su discurso, usan el "pragmatismo" para girar a la derecha. No será distinto ahora seguramente.
Humberto Tumini
Movimiento Libres del Sur
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